Las calaveras articuladas fueron un toque especial, caracterizadas con oficios como zapatero, bolero, ropavejero, panadero, entre otros; nos transportaron a una época de lucha y transformación. Los alumnos y profesores se unieron para crear estas obras de arte, demostrando su creatividad y habilidad.
Pero eso no fue todo. Los jardines de CEAM se convirtieron en un escenario mágico con la presencia de muñecas Lele gigantes, decoradas con amor y dedicación por nuestros estudiantes y profesores. Cada una de ellas tenía un toque personal que la hacía única y especial.
Además, las asombrosas y coloridas creaturas hechas por nuestros alumnos fueron el deleite de todos.
La extraordinaria representación de la leyenda de la Llorona, interpretada por dos talentosas alumnas que nos transportaron a la época colonial con su actuación emotiva y conmovedora.
Por supuesto, no podía faltar nuestro tradicional y divertido concurso de disfraces, donde nuestros alumnos mostraron su creatividad y originalidad con trajes y accesorios impresionantes.
Y, por último, la tradicional ofrenda a los difuntos. Con flores, velas, incienso y comida, nuestros alumnos y profesores honraron la memoria de aquellos que ya no están con nosotros.
En CEAM, estamos orgullosos de nuestras raíces y tradiciones. Esta celebración fue un recordatorio de que nuestra esencia y nuestra identidad siguen siendo fuertes y vibrantes.