Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Dra. Liliana Medina Aparicio
Profesora de Biología y Laboratorista
CUAM Morelos

El término ciencia deriva del latín scire, que significa saber o conocer; en griego es shopia, que significa el arte de saber y hace referencia al conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, los cuales pueden ser verificados experimentalmente. A lo largo de la historia del hombre, la ciencia ha sido fundamental en el desarrollo de la humanidad y el establecimiento de las grandes civilizaciones. Sin embargo, desde sus inicios la participación de la mujer en está área ha sido limitada debido a diferentes prejuicios sociales y culturales.

A lo largo de los siglos, muchas mujeres han logrado romper estas barreras y hacer contribuciones sobresalientes en el avance de diferentes campos científicos. Desde la astrónoma Hypatia de Alejandría (355-415 d. C.) hasta las biólogas moleculares Emmanuelle Charpentier y Jeniffer Doudna (2020), las mujeres han demostrado tener las mismas capacidades y talentos que sus colegas masculinos. A pesar de esto, para el 2020 la UNESCO reportó que menos del 30% de los investigadores en el mundo eran mujeres, más aún solo el 3% de los premios Nobel han sido otorgados a científicas, lo que refleja que en esta búsqueda de la equidad de género se debe impulsar un acceso pleno e igualitario a la ciencia para las mujeres y niñas de todas las edades.

Debido a lo anterior, el 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de febrero “Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia” como un reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica, la tecnología e innovación que contribuye al desarrollo económico e intelectual de la humanidad.

La inclusión de la mujer en la ciencia no es solo un asunto de justicia e igualdad, también tiene un impacto positivo en la calidad y eficiencia de la investigación científica, ya que las mujeres pueden aportar diferentes enfoques y perspectivas. Por lo tanto, no dejemos de motivar a nuestras niñas y adolescentes a seguir una carrera científica, fomentando su seguridad, mente crítica y haciendo conciencia de que el trabajo que desarrollen irá abriéndole las puertas a futuras generaciones.